¡Abajo la enésima intervención militar francesa en Republica Centroafricana!

¡Abajo el imperialismo francés!

(«El proletario»; N° 4; Abril de 2014)

 

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A mediados de diciembre, el gobierno socialista francés decidió oficialmente enviar varias centenas de soldados a República Centroafricana, que se añaden a varios centenares que se encuentran ya presentes por un tiempo limitado, 6 meses en declaración igualmente oficial. El gran diario burgués Le Monde cataloga esto como una «mentira piadosa destinada a tranquilizar a una opinión pública indiferente» (1);  la experiencia nos enseña suficientemente que las mentiras «piadosas» o no, siempre han acompañado las aventuras imperialistas. Un ejemplo repugnante lo tenemos en esta enésima operación militar. Según el gobierno, Francia no tendría ningún interés en África Central, y que enviaría sus tropas solo para salvar vidas humanas. Defendiendo la lógica de esta nueva expedición, Fabius (ministro francés de relaciones exteriores) invoca un peligro inminente de «genocidio» (los ministros socialistas tienen autoridad en la materia; fue en la era de «cohabitación» Miterrand-Chirac que el imperialismo francés fue juzgado culpable de complicidad activa en el genocidio ruandés); y es bajo esta justificación que el Consejo de Seguridad de la ONU viene de votar una resolución, propuesta por el gobierno francés, para justificar una intervención militar (2). Pero según los medias, ¡hace casi 4 meses que los militares franceses preparaban esta operación!

Y ello es la mejor demostración que el imperialismo francés tiene intereses bien reales en República Centroafricana. Esto no lo decimos nosotros, sino el Partido de Izquierda de Melenchon. Más franco que Holande o Fabius, este partido que se proclama de la oposición de izquierda al gobierno socialista, declara que la intervención militar es «legítima» ya que «el gobierno no intervendría sí nuestros intereses no estuvieran en juego. Para ser francos, se trata de uranio simple y puramente» (3).

República Centroafricana es un país casi tan grande como Francia (622.980 Km²), pero que cuenta con menos de 5 millones de habitantes; territorio esencialmente agrícola, con una población que se encuentra entre las más pobres del planeta. Sin embargo su suelo esconde grandes riquezas,  aun cuando no siempre son explotadas debido a su posición geográfica enclavada o bien por falta de capitales. Además de sus diamantes (el escándalo de los diamantes ofrecidos por «el Emperador» Bokassa a Giscard d’Estaing contribuyó a la caída del presidente francés quien pierde la re-elección) y su selva tropical explotada por sociedades francesas. República Centroafricana posee yacimientos de cobre y uranio que todavía no han sido explotados (la sociedad francesa Areva ha retardado la explotación de su mina en Bakuma, debido a la baja mundial del precio del uranio). El país posee también yacimientos de petróleo. En la ruptura del imperialismo francés con el gobierno actual de Bozizé se cita mucho el acercamiento de este a China quien gracias a su agresividad había logrado del gobierno precedente un permiso de exploración para una de sus empresas. Aunque tal vez lo más importante es la ubicación estratégica de un país situado en el corazón de África, que ya en el siglo XIX  había sido la razón de su colonización por parte del país de Asterix.

Un país como República Centroafricana que limita con el Congo, Chad, Sudan y Camerún, víctima de graves disturbios amenaza la estabilidad ya frágil de los países del Oeste africano, y donde el imperialismo francés tiene intereses mucho más importantes.

De ahí que, desde su independencia jurídica en 1960, la República Centroafricana jamás ha cesado de estar bajo la dominación económica y política del imperialismo francés que interviene constantemente en su política interior. No vamos a rememorar la dominación francesa de estos últimos cincuenta años en este país, pero hay que recordar sin embargo que los imperialistas franceses, después de haber sostenido al régimen de Bokassa, en especial durante su época megalomaniaca, lo derroca en 1979 (con la llamada operación «Barracuda» propiciada por su amigo en diamantes el presidente D’Estaing), luego que esta había  manifestado sus veleidades de independencia (y de amenazar con alinearse a la extinta Unión Soviética) volverán a instalar al antiguo presidente Dacko que en el pasado había sido derrocado por Bokassa, y que en el presente regresaba en uno de los aviones militares donde iban también las tropas francesas. 

Pero... durante buena parte del reinado de Miterrand el verdadero dirigente de la República Centroafricana fue el coronel Mansion,  perteneciente a los servicios secretos franceses...

A comienzos de los años 1990, los imperialistas franceses apoyarán «democráticamente» el ascenso al poder de Patassé, incluso interviniendo militarmente para defenderlo (1996).  En 2003, la Francia imperialista apoyará el golpe de Estado contra el general Bozizé (que cuenta  entre sus medallas la masacre de decenas de estudiantes en 1979, bajo el régimen de Bokassa); frente a una serie de rebeliones, las tropas francesas intervendrán en diversas oportunidades para  defender su poder. Una fuerza africana «de paz» conjuntamente con soldados franceses logrará instalarse en la capital, Bangui. El imperialismo de manera evidente acepta sin chistar la brutalidad y la corrupción del régimen – ¡la brutalidad y la corrupción son necesarias al saqueo imperialista!

Pero las cosas no se quedan allí y en estos últimos tiempos los choques con los intereses imperialistas franceses han resurgido, a tal extremo que, poco después de su elección, Hollande declaraba que con respecto a la fuerza rebelde de la Seleka, los soldados no defenderán el régimen de Bozizé. No obstante, en diciembre de 2012, mientras que los rebeldes de la Seleka, llegando a laspuertas de la capital son detenidos por las fuerzas chadianas de la fuerza africana, cientos de soldados franceses presentes en la zona se dirigen a toda mecha hacia Bangui, bajo el pretexto oficial de proteger a los franceses presentes allí; en realidad se trataba de aumentar la presión sobre Bozizé y su régimen. Ante los hechos, se llega a un acuerdo para la formación de un gobierno interino, y Bozizé promete abandonar el poder. Pero no pasarán muchas semanas para que Bozizé falte a su promesa; creyéndose en posición de  fuerza con la llegada de soldados enviados por Sudáfrica, atraída por los recursos minerales del país y que arde de ambición por tomar la plaza de los viejos imperialismos coloniales. Pero ello sucede sin contar con la rapacidad del imperialismo francés que no va a dejar las cosas así como así sin reaccionar. Así, las tropas chadianas aliadas de Francia dejan que las tropas de la Seleka recuperen la ofensiva e inflijan una humillante derrota a los soldados sudafricanos, al mismo tiempo que Bozizé logra huir. Desde su entrada en Bangui, los insurgentes de la Seleka solicitan la contribución de las tropas francesas para ayudarles a restablecer la «seguridad» en la capital; pero esto hubiese sido un reconocimiento demasiado evidente de la colusión entre la Seleka y los militares franceses que se limitarán a dejar hacer a la primera. Aun así en pocos meses las fuerzas heteróclitas que componen a la Seleka plantean su autonomía y someterán al país a sangre y fuego; sus abusos de todo género terminarán por exasperar a la mayoría de la población. Es ante esta situación explosiva que el imperialismo francés se decide a intervenir finalmente...

El envío de soldados no es, por tanto, motivado en absoluto por la preocupación de salvar vidas humanas, tal como lo pretende el Partido Comunista Francés quien ha votado por esta intervención en nombre de «la protección de poblaciones civiles» (4); ¡el imperialismo francés ha mostrado incluso a los más ciegos que su interminable lista de intervenciones en República Centroafricana, durante estos últimos cincuenta años, no han sido motivadas más que por sórdidos intereses económicos y geopolíticos! Su dominación sobre este país africano, como sobre los otros, jamás ha aportado otra cosa que sufrimientos, masacres y miseria; directamente proporcional al abarrotamiento de los cofres de los tiburones imperialistas y de las empresas que pillan al continente. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver: ¡los partidos de izquierda fuera del gobierno, tales como el PCF y el PG, son tan pro-imperialistas como el PS! Desde el comienzo de la intervención militar francesa, las masacres en República Centroafricana han aumentado, y las  escenas de linchamiento han tenido lugar sin que los soldados franceses intervengan...  A pesar de esta verdadera unión nacional constituida alrededor de esa intervención, los políticos  burgueses de derecha o de izquierda no pueden más que constatar su impopularidad entre la población en general y los trabajadores en particular que, siendo por excelencia el blanco de los ataques económicos de los capitalistas franceses, no se encuentran para nada motivados a la hora de sostener los ataques militares de los capitalistas en el extranjero!

Los proletarios de las metrópolis no tienen ningún interés en apoyar las artimañas imperialistas de sus explotadores; al contrario tienen todo interés en oponerse a ellas ya que los capitalistas consiguen de esta forma reforzarse y reforzar su explotación. Un pueblo que explota a otro, no puede ser libre, decía ya Marx. La solidaridad con las poblaciones y los proletarios oprimidos por el imperialismo, la lucha contra todas las exacciones del imperialismo, la oposición a todas sus  intervenciones militares – que siempre se disfrazan con la prédica pacifista –, no es un deber humanitario o democrático; es una necesidad de la misma lucha proletaria de clase!

La lucha anti-capitalista planteada aquí es la mejor forma de aportar una ayuda real a las masas  explotadas y oprimidas centroafricanas y de otros países, debilitando al pulpo imperialista que las estrangula, antes de abatirlo de una vez por todas.

 

¡Abajo la intervención imperialista en República Centroafricana!  ¡Abajo el imperialismo francés!

¡Por la reanudación de la lucha anti-capitalista! ¡Por la constitución del partido de clase internacional, que dirija y centralice la lucha proletaria hacia la revolución comunista mundial!

 

 24/12/2013

 


 

(1) Le Monde, 19/12/13

(2) Debido a sus dificultades económicas, el gobierno francés busca la ayuda de sus «asociados» imperialistas europeos, americano y onusiano. Pero estos no se sienten muy entusiasmado para meter la mano en el bolsillo y socorrer al imperialismo francés a mantener su patio trasero africano...

(3) cf http://www.lepartidegauche.fr/actualites/edito/la-centrafrique-l-armorique-26204

(4) Declaración del PCF en el parlamento, 10/12/2013 Cf http:// www.communistes- republicains- partidegauche. assemblee-nationale.fr/ expressions/ intervention- en- centrafrique

 

 

Partido comunista internacional

www.pcint.org

 

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