El mundo capitalista sobre un volcán

( Suplemento Venezuela  N° 24 de «El programa comunista» N° 53 ; Marzo de 2020 )

 

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Los burgueses de todos los países están preocupados por la situación: desde hace varios meses el mundo capitalista ha sido sacudido por explosiones sociales, episodios de revueltas o al menos por protestas contra los gobiernos.

Desde África a Asia, a América Latina, pasando por Medio Oriente, el año pasado estuvo marcado por una sucesión sin precedentes de movimientos duraderos y de cierta intensidad  de lucha de las masas oprimidas.

En comparación con los movimientos anteriores, lo que llama la atención principalmente es su extensión: mientras que hace 9 años la llamada «Primavera Árabe» se había circunscrito a esta región del mundo, ahora es prácticamente en todos los continentes que se están manifestando. Después de que, en febrero, el «Hirak» (movimiento) argelino comenzó, presenciamos la revuelta de Sudán que, en un contexto de agitación que se remonta al año anterior, se intensificó en junio, expulsando del poder al viejo dictador Omar El Bechir que reinaba desde hace treinta años.

En Asia, desde finales de marzo, fue en Hong Kong donde el viento de la revuelta aumentó para dar lugar, en junio, a gigantescas manifestaciones. Pero fue en el otoño que los movimientos, que a menudo se expandieron durante varios meses, estallaron en todas partes: en Haití, Indonesia, Líbano, América Latina, Irak, Irán, Guinea Conakry, etc. por nombrar solo los más importantes.

 

AMÉRICA LATINA EN LLAMAS

 

América Latina es la región del mundo donde las manifestaciones masivas se han esparcido como un reguero de pólvora. En Honduras, huelgas y manifestaciones contra una «reforma» del sistema de salud y educación; comenzó en la primavera, duró todo el verano, pidiendo la caída del gobierno; luego reaparecen a mediados de octubre tras la condena por tráfico de drogas en los Estados Unidos del hermano del presidente.

En Ecuador, los proletarios y las masas se ponen en movimiento a partir del 1° de octubre, lo que obligó al gobierno a huir de la capital después de unos días. Poco después fue Chile, el llamado modelo sudamericano de éxito económico, que fue golpeado por violentas protestas que pusieron en dificultades a un gobierno que elogió a su país como una isla de estabilidad en el continente. Luego fue el turno de la vecina Colombia... Para completar la imagen de la inestabilidad política en América Latina, debemos agregar a Bolivia donde un presidente izquierdista, Evo Morales, se vio obligado a refugiarse en México, y a Perú, teatro de un enfrentamiento entre el Parlamento y la Presidencia.

Las causas profundas son económicas; según el FMI, América Latina es la región del mundo donde el crecimiento fue el más débil en 2019 y lo será nuevamente en 2020. Además de Venezuela en pleno desastre económico, Argentina es el país más afectado por la crisis, seguido por el pequeño Paraguay, mientras que México y Brasil se estancan. Pero el mecanismo democrático electoral ha servido en Argentina como en México para calmar las tensiones sociales. Sin embargo, la llegada al poder de los bomberos sociales de «izquierda» solo puede ser un paliativo temporal; ya no estamos en una era de auge económico cuando un Lula podía redistribuir algunas migajas del crecimiento para comprar la paz social. No somos nosotros los que decimos esto, sino el Financial Times, el órgano de las finanzas británicas e internacionales.

Sobre las causas de los movimientos en los países latinoamericanos, el periódico cita a un analista burgués según el cual «lo más importante es la existencia de un depósito de frustración e insatisfacción como las ventajas obtenidas durante el auge de las materias primas se han reducido o han desaparecido», comentando que «las perspectivas para los próximos años son peores. A pesar del desempeño económico en general deficiente en los últimos años, América Latina podía al menos contar con el hecho de que la economía mundial estaba creciendo, que los mercados eran bastante estables y que había inversión extranjera disponible – factores que en el futuro no están garantizados» (1).

 

EL MEDIO ORIENTE EN LA TORMENTA

 

Si, según los propios burgueses, son los efectos de la crisis económica las que ponen en marcha a las masas explotadas y pobres de América Latina, ¿qué podemos decir sobre Medio Oriente?

Según los círculos financieros internacionales la economía del Líbano se encuentra en un «estado crítico», y el nuevo gobierno que se acaba de formar no tendrá otra opción que comenzar de nuevo los ataques contra los proletarios y las masas desfavorecidas que lideraron la revuelta de octubre.

En Irán, fue el brutal aumento en el precio de la gasolina para alimentar las arcas estatales lo que provocó las manifestaciones y disturbios a principios de octubre, inmediatamente ahogados en sangre (300 a 400 muertos según las fuentes), pero el deterioro de la situación de las masas soportado durante meses es su causa profunda, la misma que habia provocado las protestas del año anterior.

En Irak, «el deterioro de la situación económica de los iraquíes es la razón principal de las protestas» (2). Entre el 1 de octubre y mediados de diciembre, la represión dejó más de 600 muertos, más de 15.000 heridos y cientos de desaparecidos.

 

LOS GRANDES PAÍSES CAPITALISTAS TAMPOCO SALEN INDEMNES

 

Las revueltas que hemos revisado rápidamente (y a las que, en la medida de nuestras posibilidades, hemos dedicado textos y análisis más detallados) tienen lugar en los países llamados «periféricos», pero los llamados países capitalistas «centrales» no están excentos de esta epidemia de luchas.

Prueba de ello es el caso del imperialismo dominante, los Estados Unidos. Ya hemos tenido la oportunidad de describir la ola de luchas en el sector de la educación que todavía sigue su curso, con formas de auto-organización de los huelguistas. Este otoño, el ejemplo más significativo fue la huelga de 48.000 trabajadores de General Motors desde mediados de septiembre y durante 6 semanas: fue la huelga más grande en la industria automotriz desde la década de 1970. En octubre son aproximadamente 3500 trabajadores de la empresa Mack Trucks (camiones) que se declararon en huelga durante 10 días, por primera vez en 35 años, etc. De hecho, desde 2018, Estados Unidos ha registrado un aumento de huelgas; según cifras oficiales, que solo tienen en cuenta las huelgas que involucran a más de 1.000 trabajadores, hubo en 2018 una cantidad de huelguistas sin igual desde la década de 1980: 487,000 huelguistas contra apenas 25,000 en 2017, la cifra más baja jamás registrada que se sepa (3). En 2019 vemos la misma tendencia, puesto que en septiembre el total ya alcanzaba los 442.000 huelguistas...

 

NECESIDAD DEL PARTIDO DE CLASE

 

Los hechos muestran pues que un nuevo ciclo de luchas se ha abierto a escala mundial; son los efectos de las propias contradicciones del capitalismo lo que sacude al statu quo, según las modalidades y las formas inevitablemente variables según los países, según sus estructuras económico-sociales y según la historia local de las luchas entre las clases. Pero también demuestran las consecuencias negativas y a menudo desastrosas de la ausencia de dirección de clase en estos movimientos. Sin la presencia de una vanguardia que influya en al menos en una parte de los proletarios, es decir, sin la presencia del partido de clase, sólidamente organizado alrededor del programa comunista, los movimientos de lucha o revuelta que han puesto en marcha varias capas de la población caen bajo la influencia de las corrientes pequeñoburguesas, incluso cuando los proletarios constituyen su fuerza motriz.

Y esto es cierto incluso cuando estamos en presencia de luchas puramente obreras. En este caso, son las organizaciones del colaboracionismo político y sindical cuyo poder va de acuerdo con su integración en los mecanismos burgueses de control social que prevalecen, si no encuentran una fuerza organizada frente a ellos.

Las luchas que han estallado en los cuatro rincones del planeta plantean objetivamente la necesidad de la reconstitución del partido revolucionario comunista, internacionalista e internacional. ¡En todos los países no hay una tarea mayor y más apremiante para los militantes proletarios de vanguardia preocupados por los intereses de su clase!

 


 

(1) Financial Times, 1-17 / 11/19

(2) AFP, 4/12/19

(3) https://www.bls.gov/web/wkstp/annual-listing.htm

 

 

Partido comunista internacional

www.pcint.org

 

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