Lo que distingue a nuestro Partido :  La línea que va de Marx-Engels a Lenin, a la fundación de la Internacional Comunista y del Partido Comunista de Italia; la lucha de clase de la Izquierda Comunista contra la degeneración de la Internacional, contra la teoría del “socialismo en un solo país” y la contrarrevolución estaliniana; el rechazo de los Frentes Populares y de los frentes nacionales de la Resistencia; la lucha contra el principio y la praxis democráticas, contra el interclasismo y el colaboracionismo políticos y sindicales, contra toda forma de oportunismo y nacionalismo; la dura obra de restauración de la doctrina marxista y del órgano revolucionario por excelencia – el partido de clase – , en contacto con la clase obrera y su lucha cotidiana de resistencia al capitalismo y a la opresión burguesa, fuera del politiqueo personal y electoralesco, contra toda forma de indiferentismo, seguidismo, movimentismo o aventurerismo “lucharmadismo”; el apoyo a toda lucha proletaria que rompa con la paz social y la disciplina del colaboracionismo interclasista, el apoyo a todos los esfuerzos de reorganización clasista del proletariado sobre el terreno del asociacionismo económico, en la perspectiva de la reanudación a gran escala de la lucha de clase, del internacionalismo proletario y de la lucha revolucionaria anticapitalista .

 

El sitio Internet del partido comunista internacional

 

La apertura del sitio web del partido contribuye a recoger muchos materiales de partido en un lugar – en este caso virtual – fácilmente accesible a todos aquellos que tengan un PC o puedan conectarse con Internet. Le hemos dado la forma de una biblioteca, una estafeta de correos, una librería en una sola dirección, que es también la del partido.

En él se podrán consultar, traducido en diversas lenguas, nuestro catálogo de publicaciones que van desde las más viejas hasta las más recientes; también estarán incluidos los textos de los volantes y tomas de posición del partido frente a los acontecimientos que la actualidad capitalista nos vaya presentando; artículos y trabajos de partido clasificados por grandes temas (tipo índice temático), más las indicaciones de las tesis y textos de base que el partido considera fundamentales cuando expone su original caracterización teórica, programática, política, táctica y organizativa. También están obviamente los artículos que explican nuestra proveniencia y nuestras características peculiares como el Lo que distingue a nuestro partido, Quiénes somos y qué queremos y el Programa del partido comunista internacional.

Hemos hecho la apertura del sitio web del partido, y su necesaria actualización, con el fin de poner a la disposición, sobre todo de aquellos que –debido a la distancia entre las pocas ciudades en las cuales existimos, por la dificultad de la lengua, por inseguridad política– no se encuentran en capacidad de ponerse en contacto directa y físicamente con nosotros y nuestros escritos en diversos idiomas, accesibles inmediatamente, y a través de los cuales puedan hacerse una idea de nuestras posiciones,  puedan comenzar a conocer nuestra historia (y, a través de nosotros, la historia de la Izquierda comunista), puedan orientarse en la madeja de grupos, partidos, organizaciones que se reclaman por lo menos formalmente del marxismo, y en particular de la Izquierda comunista.

Sabemos bien que el medio – en este caso la red internet – puede dar la impresión de haber a la disposición en gran parte «todo lo que sirve» para comparar unos productos de otros, como sucede en el mercado donde se va para «escoger» lo que sirve de acuerdo a la oferta de cada comerciante en particular en competencia con otros comerciantes. No participamos al circo de la oferta y la demanda, por esto no abrimos debates, confrontaciones, discusiones con otros movimientos políticos y partidos; por ello no abrimos forums en el cual «cada quien diga lo suyo», por lo tanto no sometemos nuestras posiciones y convicciones a la «consciencia individual», al debate intelectual, a los votos de mayorías o, peor, a los porcentajes en los sondeos.

Sabemos bien que la tendencia de la sociedad burguesa es a desagregar, fragmentar, reducir todo ser individual a su mezquina e impotente individualidad. Solos contra el mundo, es este el emblema crudamente real que jamás ha sido escrito ni declarado por la ideología burguesa. Los medios de comunicación de la técnica moderna, a partir de la televisión y terminando por los teléfonos celulares y la red internet, a pesar de dar la ilusión de facilitar la comunicación entre los hombres y hacerles sentir partícipes de una comunidad, contienen en realidad un índice muy alto de reducción a la soledad y a un brutal encierro dentro de su pequeño, mezquino, miserable, impotente y degenerado «mundo» individual. Estos potentes medios técnicos, en la medida en que aceleran y hacen cada vez más rápidas, y fáciles hasta cierto punto, la comunicación entre los hombres, en realidad alejan y oponen cada vez más a los hombres entre sí, convirtiéndolos cada vez más en mercancías que es la característica fundamental de esta sociedad; como toda mercancía, entra al mercado en competencia con otras mercancías, de esta manera la mercancía-hombre entra en el mercado de las relaciones interpersonales y de la comunicación en competencia con otras mercancías-hombres. Contar con la «consciencia individual», con la «libertad de pensamiento», con «la libertad de decidir», en realidad es ceder a la ilusión típica de la ideología burguesa para la cual cada individuo de esta sociedad nacería «libre» de pensar, de escoger su «propio camino», de decidir qué hacer con su «propia vida»; cuando es hoy cosa evidente hasta para los niños que ningún ser humano en la época del capitalismo nace «libre» de hacer lo que más desea: pues, sabiendo que la vida cotidiana depende de las relaciones económicas determinadas por el modo de producción capitalista (por lo tanto del capital y del trabajo asalariado, de la ley del valor), la vida, la muerte de todo ser viviente están condicionadas por los intereses de clase de la burguesía, que es precisamente la clase hoy dominante, la clase que tiene en sus manos todos los poderes, la clase que se apropia, por la fuerza y con la violencia de sus aparatos económicos, políticos y militares, de toda riqueza, a partir del trabajo humano.

Contra esta vasta, capilar y duradera opresión económica, política y militar, opresión de clase y por lo tanto social, se opone históricamente una fuerza social – la clase del proletariado – que las mismas relaciones sociales y de producción pone de manera antagónica respecto a la clase de la burguesía, a la clase de los propietarios privados y de los apropiadores privados de la riqueza social. No ha sido ni será jamás una cuestión de «libre decisión personal», de «toma de consciencia individual»: es una cuestión social, y por lo tanto de clase. Aquellos que se acercan al marxismo, a la teoría de la lucha de clase y de la revolución, en realidad no lo hacen empujados por una particular iluminación intelectual, o a través de su propio pensamiento. Estos adoptan el marxismo sobre la base del impulso social provocado por la lucha de clase del proletariado contra las condiciones económicas y sociales de vida y de trabajo en las cuales se encuentran limitadas las relaciones sociales capitalistas. Es la lucha de clase, y la lucha revolucionaria en particular, las que producen históricamente aquellas chispas de consciencia de clase que, agregándose, forman el partido de clase: chispas que – a diferencia de las llamaradas de una erupción volcánica – están destinadas a durar en el tiempo por fuerza del mismo desarrollo de las contradicciones sociales del capitalismo.

Sabemos bien que nuestro trabajo de partido, si bien está orientado hacia toda la sociedad en general y al proletariado en particular, no podrá ser percibido por las grandes masas como una actividad vital y fundamental para la guía de la clase proletaria sino cuando se abra la época de la revolución, la época en la cual el desarrollo cada vez más agudo de las contradicciones sociales desembocará materialistamente en una inexorable alternativa: la guerra burguesa o la revolución proletaria.

 Pero sabemos igualmente que el gigantesco enfrentamiento entre las clases determinantes de la sociedad –el proletariado y la burguesía– llegado a determinado punto del desarrollo de las contradicciones sociales, a determinado punto del nivel intolerable de las condiciones de vida y de trabajo del proletariado, será inevitable, deterministamente necesario. Entonces, en el proceso de desarrollo de la lucha de clase y de maduración de las contradicciones sociales del capitalismo, el partido de clase –por lo tanto el programa histórico de la revolución proletaria y del comunismo que el partido de clase representa en el hoy capitalista– será recibido por los estratos más avanzados del proletariado, por los estratos que más que otros habrán madurado experiencias en la lucha de clase, como en su necesaria guía, como su «consciencia colectiva de clase».

Como no andamos buscando expedientes tácticos y organizativos para asegurarnos un mayor número de prosélitos, tampoco hacemos por medio de nuestra propaganda, y de difusión de la crítica y de las posiciones de partido, «anzuelos» para obtener resultados de éxitos inmediatos. El periódico del partido es el órgano por excelencia del partido, el organizador colectivo para decirlo en palabras de Lenin; en él participan los militantes que aportan información, correspondencia y contribuciones escritas, difundiéndolo entre los proletarios y en la sociedad en general. No es un organizador virtual, sino físico, que pasa de mano en mano, que se lee más de una vez, según y como se encuentran las condiciones de lucha del proletariado.

El sitio web del partido no es partido en formato electrónico, no es un periódico electrónico, tampoco es la versión electrónica de la prensa del partido. Es un complemento de la actividad de propaganda del partido a través del cual ponemos a la disposición de todos –interesados o no, simpatizantes o enemigos, curas y policías– la información básica de nuestra actividad política: los comunistas no esconden sus objetivos, pero no por esto los ponen en discusión con cualquiera.

 

Septiembre de 2008

 

 

Partido Comunista Internacional

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