Por una actividad internacional del partido coherente y continua

( Suplemento N° 11 de «El programa comunista» N° 48 ; Septiembre de 2010 )

 

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Con este suplemento retomamos una publicación de partido dedicada expresamente a la actividad política llevada a cabo en España con el objetivo de integrar la presencia de la prensa del partido en los países de lengua española como ya tratábamos de hacerlo a través de la revista “El Programa Comunista” y sus diversos suplementos.

La crisis interna que golpeó el partido en los años 1982-84 destruyó la gran parte de su red organizada internacionalmente interrumpiendo obviamente la publicación de muchos órganos de partido en las diversas lenguas, también en español. La actividad de partido tenía en los años que van de 1974 a 1982 en la revista teórica “El Programa Comunista” y en el periódico “El Comunista” los órganos de propaganda y de difusión de nuestras posiciones políticas en España y en todo el mundo de lengua española; otros órganos de prensa se añadieron en los años 1978-1987 “El proletario” y “Espartaco” en la América Latina de lengua hispana o “Proletario” para Portugal y Brasil. De estas cabeceras sólo la revista “El Programa Comunista” continúa llevando a cabo sus tareas de partido y desde 1990 volvemos a publicarla. La cabecera “El comunista”, por el contrario, con la crisis de la sección española del partido en 1981-1982 que provocó su salida, fue retomada en los años posteriores por un grupo que se reclama formalmente de la izquierda comunista y del partido de ayer pero que, dadas sus posiciones activistas sobre el terreno sindical y mecanicistas-fatalistas sobre el terreno político, no tiene nada que ver con nosotros.

Las divergencias que provocaron la crisis del partido al inicio de los años ´80 del siglo pasado eran relativas a cuestiones de fondo: la concepción del partido, no sólo desde el punto de vista organizativo sino también desde el teórico-político, la cuestión sindical, la cuestión nacional, la valoración de los enfrentamientos interimperialistas y su desarrollo hacia la tercera guerra mundial. La crisis de la sección española se centró en particular sobre la concepción “sindicalista” del partido y sobre una concepción organizativista de la militancia política en el partido, como si éste debiese dividirse en sectores de actividad distintos y separados y fuese la suma de las distintas actividades de sus militantes. Concepciones que no tenían nada que ver con las tesis fundamentales sobre las cuales se constituyó el partido en 1952, tesis que no podían y no pueden plegarse a cada momento a la situación contingente.

El partido es un organismo que vive y se desarrolla llevando a cabo todas sus tareas simultáneamente, dimensionando la cantidad y amplitud no sobre la base de la voluntad de un órgano central o de un jefe sino sobre la base de valoraciones objetivas y generales de balances dinámicos de los grandes virajes históricos. Su naturaleza internacionalista e internacional hacen del partido comunista revolucionario el órgano principal e indispensable de la lucha revolucionaria del proletariado que combate sobre cualquier nivel y en cualquier país contra la desviación más devastadora del movimiento proletario internacional: el nacionalismo, el localismo, el contingentismo, el democratismo. Estas desviaciones llevan inevitablemente al activismo y a levantar una barrera infranqueable entre la teoría y la práctica, que es la madre de todas las desviaciones.

La reanudación de la actividad del partido en España, que se basa en la continuidad organizativa de una sección muy pequeña, se inserta en el esfuerzo constante del partido de desarrollarse internacionalmente buscando llegar siempre  a los proletarios de cualquier nacionalidad, autóctonos e inmigrantes. Eso lleva a la necesidad objetiva no sólo de instrumentos de propaganda y agitación, como lo ha sido hasta ahora (y lo seguirá siendo) la revista “El Programa Comunista” , sus suplementos y los volantes sobre hechos específicos, sino también de un trabajo dirigido a la publicación de un periódico de aparición regular que funcione efectivamente como organizador colectivo y que condense lo esencial de la actividad de partido sobre sus diversos planos: teórico-político, táctico y de intervención práctica y organizativa .

Con este suplemento intentamos andar ese camino.

Continuidad y coherencia en las posiciones teóricas y políticas, líneas tácticas sobre los diversos planos coherentemente ligados a las invariantes posiciones teóricas y a las posiciones políticas que se derivan, métodos organizativos que permitan al partido actuar y funcionar como órgano de la batalla de clase de la preparación revolucionaria en el tiempo y en el espacio. Estos son los vínculos que nos distinguen y que no tenemos temor en reivindicar contra cualquier libertad de crítica, cualquier libertad personal de interpretación de las situaciones objetivas y de las tesis del partido, contra cualquier politiquería personal y electoralesca.

 

 

Partido comunista internacional

www.pcint.org

 

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