Elecciones y hecatombe económica

( Suplemento Venezuela  N° 20 de «El programa comunista» N° 51 ; Diciembre de 2015 )

 

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En medio de falsos vientos de guerra, patrioterismo fascistoide, asediado por el derrumbe acelerado de los precios de las materias primas, y de la recesión mundial que lo ha producido, a las puertas de la hiperinflación y el default, del desabastecimiento alimentario total, el chavismo y sus cómplices le infligen al proletariado una peste adicional: el cada vez más triste circo de las elecciones, destinado esta vez a nombrar un nuevo comité de defensa de los intereses burgueses por excelencia: la Asamblea Nacional.

Todo bajo una propaganda abrumadora y mediática, llamando a “defender la patria contra los planes de invasión americana” o, por qué no, contra una invasión de “bachaqueros” (Ver recuadro en pagina 3) del lado de Colombia pero también internamente, razón invocada para cerrar la frontera con el país vecino; en un periodo azotado por grandes problemas económicos que repercuten en la vida de una población que desde hace 2 años – e incluso durante el periodo gobernado por la Administración del “gigante” Chávez –  ha estado sometida a un acelerado proceso de empobrecimiento, que es la manera que tiene el gobierno representante de las clases dominantes en Venezuela de despojar de una parte de su trabajo al obrero, arrancándole cada vez más beneficios por menos remuneración, utilizando una ínfima parte de esa riqueza en acciones sociales, la médula principal del llamado “Socialismo siglo XXI”, pero completamente desequilibradas y desestabilizadoras por sí solas.

Detrás de sus discursos alarmantes, llamando solapadamente a comprometerse en un potencial conflicto contra Colombia, o contra Guyana, el gobierno Maduro llama a los proletarios a defender la economía nacional de las distorsiones que crean los “corruptos”, los “bachaqueros”, los contrabandistas, sectores de actividad completamente integrados al sistema capitalista. Cualquiera sea su resultado, su beneficio no traerá nada nuevo ni mejor con respecto a las condiciones de vida y de trabajo del proletariado de ambos lados de la frontera. Sus peregrinos beneficios no resolverán sino los problemas financieros de los burgueses. De hecho, el gobierno Maduro pone todo su empeño en honorar sus deudas nacionales e internacionales, antes que los problemas sociales, estandarte del cual se ufanan tanto los chavistas.

En 2008, Chavez mandá a cerrar la frontera con Colombia, bajo el pretexto de la existencia de 7 bases americanas en el “hermano país”; igual que ayer, la actual y creciente tensión fronteriza ha producido efectos desastrosos en la intensa actividad económica de una zona fronteriza de 2.219 Kms de largo, con los efectos sociales que estas medidas van a ocasionar (1). Todo esto en medio de escaramuzas y supuestas violaciones, o no, del espacio aéreo colombiano, de amenazas, chantajes e insultos de parte y parte, cuadro ideal para las clases dominantes de ambos paises para mantener y crear nuevas divisiones en el campo de los explotados (2).  ¡Hasta la fecha, el Estado venezolano ha dejado intacto el muro, pero el contrabando y el “bachaqueo” han vuelto por sus fueros; cosa que finalmlente evita una explosión social de consecuencias incalculables.

Los proletarios además de ser explotados a cambio de un salario de hambre, no pueden ver en esos llamados patriotas, que rayan en el chovinismo y el racismo, sino la mayor hipocresía que solo persigue desviar a las masas de su lucha de clase que debe enfrentarlo tanto al Estado como a los empresarios capitalistas. ¡La respuesta del gobierno a estos potenciales brotes de clase ha sido la construcción lenta y paciente durante 16 años de un régimen cada vez más militarizado!

En este escenario se prepara por enésima vez un nuevo proceso electoral previsto para el 6 de diciembre de 2015, esta vez para elegir los miembros a los escaños de la Asamblea Nacional y que entraría en funciones el 5 de enero de 2016 (3). De nuevo las masas mayoritarias y explotadas irán a votar resignadamente por las presentes y futuras políticas cuyas víctimas privilegiadas serán ellas mismas; un rito que están obligadas a cumplir cada cierto tiempo, a sabiendas que ir a votar es ir a votar por sus verdugos, candidatos cuyas promesas por las cuales la gente ha votado serán pisoteadas en el próximo periodo legislativo o presidencial.

 

Abstención chavista, enemigo principal del chavismo...

¡y de la MUD!

 

Lo más llamativo de este nuevo proceso electoral es que una gran masa de chavistas ha reaccionado, tomando el camino de la abstención. Estaríamos soñando si decimos que aquí, detrás de esta posible y masiva abstención chavista, estén trabajando las tesis abstencionistas de nuestro partido! Pero como voto-castigo, como signo político inmediato del malestar general, como expresión del descontento de las grandes masas, sí es posible la abstención en el seno del chavismo. Maduro ha dicho que el abstencionismo es el principal enemigo, es decir que la MUD es un aliado natural por el cual se puede votar; ¡imperdonable es no hacerlo! Entonces no sonaría extraño que en las colas se esté sometiendo a los consumidores que van a los “abastos socialistas” al chantaje y la intimidacion electoral. Tampoco es extraño que la MUD no saque la conclusión de que no dar la comida si no aportan su voto a Maduro es una amenaza, funcione o no, que hace ver que el voto no es secreto, y que esto hecho invalidaría la legalidad de las elecciones. Esta es otra de las grandes falacias del sistema democrático: democracia es saber de antemano los resultados electorales, además de tener la información precisa de cada proletario, a la hora de buscarlo y perseguirlo por rebelión!

Como quiera que sea, nuestro abstencionismo militante se hace eco del latigazo que seria el abstencionismo de los chavistas como negación y respuesta a las políticas hambreadoras del gobierno. Una reacción inmediata de voto-castigo, nulo o contra, bien se puede pasar a una acción más lenta y amplia, la de preguntarse por la seriedad política e ideológica del gobierno Maduro que en los hechos se ha vuelto un remedo y una burla al socialismo revolucionario, por el olvido de la realidad que, más allá de su campo de seguridad, azota a todo el país, incluyendo grandes capas de la clase media. La abstención es la inmediata respuesta de uno de los campos  en conflicto y cuyos intereses son los que verdaderamente están puestos en juego! Un pequeño paso incipiente pero dirigido a sumarse a la revuelta de clase, a la revolución social verdadera y al comunismo como meta histórica.

 

Venezuela “amenazada de nuevo” de ser invadida por los marines norteamericanos... o por los “bachaqueros” colombianos y venezolanos.

 

¡Nada más falaz! Lo hemos repetido hasta la saciedad: el gobierno Obama, o el de un inquietante Donald Trump, ¡jamás cometerían semejante error! Esta misma especulación ha sido utilizada durante más de medio siglo por los hermanos Castro para atornillarse en el poder en Cuba, galvanizando a la población en torno a un tal desatinado que los americanos supuestamente cometerían. En el contexto del informe norteamericano (4), que tantas falsas protestas y rasgaduras de vestidos “antiimperialistas” han producido en los dirigentes chavistas, la requisitoria americana en contra del gobierno Maduro no tiene nada de extraordinaria. Comparada con las calificaciones asignadas hacia otros países como Afganistán, y varios países del Cercano y Medio Oriente, y antes en Panamá, Honduras y otros paises pequeños del subcontinente, son amenazas muy limitadas, simples llamadas de atención del Hermano Mayor del Norte. La real amenaza no viene de Estados Unidos, el cual ha hecho importantes enroques en el tablero político regional, enviando sus emisarios a estrechar relaciones, cambiar de diplomacia, darle cierta libertad a los diversos capitalismos nacionales a desarrollarse un poco más que antes. Los Estados Unidos no querrán enfrentarse más adelante a una situación política e histórica como la que vive Europa con respecto a Medio Oriente y África!  Los intensos intercambios diplomáticos con Cuba y sus gobernantes muestran este cambio sustancial de estrategia. Los imperialistas estadounidenses no tienen una pizca de tontos aunque se les tilde así: detrás de todo este cambio de ángulo con respecto a su “patrio trasero” se encuentra el hecho de que los otros imperialismos han estado avanzando de manera avasalladora en todo el continente: chinos, rusos y europeos, pelean a brazo partido cada centímetro de territorio conquistado para vender sus mercancías a precios más competitivos que los norteamericanos. ¡Por lo tanto, la real amenaza de un país burgués siempre vendrá de su proletariado, es a esta que Maduro y Obama temen por encima de cualquiera otra!

La razón del zafarrancho mediático, creado por el gobierno Maduro en torno a la orden ejecutiva de la Administración estadounidense, obedece simplemente a la necesidad imperiosa que tiene el gobierno venezolano de desviar la atención de lo que los explotados y oprimidos consideran como sus propias preocupaciones: alto costo de la vida, escasez, desabastecimiento, colas kilométricas para comprar una ínfima parte de la canasta familiar, etc., etc.

Además, estos llamados a “salvar la patria de lo bota humillante de los yanquis” o del “bachaqueo” colombiano, no persiguen sino el deseo burgués de la “unión nacional”, lo que históricamente ha significado sacrificar los intereses de las clases proletarias en el altar de la economía burguesa y del capitalismo local. Maduro en sus “contundentes” discursos habla de “socialismo”, pero ni Lenin, ni Trotsky, maestros en revolución comunista, jamás hubiesen aceptado un gobierno interclasista como lo patrocinaba Kerensky, verdadero maestro de los pretendidos revolucionarios venezolanos.

En cuanto al conflicto con Colombia, un conocido presentador de televisión e ideólogo del chavismo, afirmaba que “si los colombianos viven tan bien en Colombia, ¿por qué no se quedan allá, por qué se vienen a Venezuela?”. Semejante argumento lleno de cinismo y xenofobia solo se puede encontrar en los discursos de la derecha fascista europea o americana. Esto es olvidar que 5 millones de colombianos en Venezuela han emigrado no necesariamente por no estar bien. Pero, aún siendo así, los inmigrantes colombianos forman parte importante de la clase trabajadora en Venezuela, realizando labores que los mismos venezolanos consideran humillantes o poco atractivos (construcción, cuido y mantenimiento de niños, casas, vigilancia de tierras en las fronteras, etc. etc.). El mismo mandatario venezolano añade que han corrompido la cultura venezolana, ¡“la más bonita del mundo...!” ... Engels afirmaba que “el irlandés en su país nada tenía que perder, pero mucho que ganar en Inglaterra”. La frase continua teniendo valor en estos días aciagos en que las fortalezas asediadas de los grandes paises capitalistas se resienten por los gritos de tantos proletarios que llaman a sus puertas...

¡No a las expulsiones de inmigrantes!

Toda esta campaña de xenofobia tuvo como fin justificar en parte el cierre de la frontera, dictando un estado de excepcion en toda la región fronteriza, todo con el fin de parar la hemorragia de productos que se van hacia Colombia, además del alza impresionante del valor del dolar paralelo frente a la moneda venezolana, que  hoy cuesta más su fabricacion que el valor escrito en el papel. Era imprescindible hallar a un culpable: los bachaqueros colombianos, los inmigrantes extranjeros. Del dicho al hecho: el Estado “socialista” no se hizo esperar y ya ha expulsado a varias decenas de miles de colombianos indocumentados o no, sospechosos de ser delincuentes, sus hogares destruidos y desvalijados, sus habitantes atropellados y tratados como animales, al buen estilo de Israel en los asentamientos palestinos de la franja de Gaza! ¡Y es verdad que el dolar paralelo bajó su cotización, pero no tanto como para pensar que es el culpable de la escasez y la inflación en Venezuela!

 

La crisis economica en Venezuela en el cuadro de la crisis internacional del capitalismo

 

Salvo quizá para el gobierno Maduro que, ante una realidad cercana a la “crisis humanitaria” se hunde en la denegación, considerando que todo va por buen camino, ya que “dios proveerá” (¡!), lo que ahora está a la vista es una hecatombe a cámara lenta! Todo el mundo sabía que eso se venía larvando desde la época de Chávez, pero la euforia petrolera, la piscina de plata en que nadaba su gobierno, impedían a muchos ver lo que realmente estaba sucediendo. Al montarse en el poder Maduro, con los precios del crudo que ya venían palo abajo, todas las anomalías que venían haciendo su trabajo subterráneo, emergen a la superficie. Como ha dicho recientemente el multimillonario Warren Buffet: “después que baja la marea es que se sabe quien estaba nadando desnudo”...

Y, como estaba previsto, después de una alza récord de los precios del crudo en los primeros años de este siglo, con la recesión mundial de 2007-2008 a cuestas, la economía venezolana no podía dejar de resentir los duros golpes que las primeras economías del globo ya habían recibido, tal como la habíamos señalado en su momento (5).

Hay que partir de que las crisis económicas, desde 1974-75, años en que comienza la caída brutal de la taza media de ganancias mundiales y comienza el fin de los llamados “Treinta Gloriosos”, son crisis de superproducción, es decir, los productos que entran abundantemente en los mercados no se logran vender a un precio que deje ganancias consecuentes que permita realizar un nuevo ciclo D-M-D1. Las mercancías abarrotan los anaqueles sin venderse y se deprecian. Este fenómeno estudiado por Marx, visto en expansión, genera las caídas bursátiles, desaceleración industrial, crisis financieras, crisis políticas para terminar en crisis militares o guerras generales, tal como predice el Manifiesto. ¡Los “Treinta Gloriosos”, con superávites de 25% de crecimiento económico, no volverán sino después de una gran conflicto mundial que involucre directamente a las principales potencias, organizadas ya por bloques constituidos antagónicos, y que destruya las fuerzas productivas sobrantes, mercancías y proletarios en primer lugar, y que siembre estragos, miseria y muerte a escala industrial y planetaria, a sufrimientos muchos más horrorosos que los que hoy ya se están viviendo!

 

Maduro y Tsipras un mismo combate: la defensa de la economía capitalista nacional

 

Los reformistas de extrema-izquierda, trotskistas, maoístas y otros, plantean como objetivo de su combate la lucha contra el “liberalismo” o contra el “ultra-liberalismo” y hasta el anarco-capitalismo como ahora se dice, porque en el fondo no quieren poner en el centro del ataque al mismo capitalismo puro y duro! Denunciar como adversario al liberalismo es acusar a una cierta política burguesa, dejando sobrentendido que bajo el capitalismo bien puede existir una buena política burguesa, que no es liberal, un buen capitalismo, social, respetuoso de la población! Y lo que hay que hacer es cambiar de política, volver al periodo del buen capitalismo no liberal, no salvaje, etc.

Sin embargo, la pregunta que hay que hacerse es: ¿acaso la situación de los proletarios y de las masas trabajadoras en general, era tan buena hace treinta o cuarenta años? ¿En la Venezuela pre-chavista era desconocida la miseria? ¿No había explotación? Cierto es que en algunos periodos de prosperidad económica, como durante los dos boom petroleros que llevaron al cielo los precios del barril de petróleo venezolano, una política social, reformista, es posible en vista de que las ganancias burguesas y del capitalismo nacional son tan elevadas que es posible consagrar una parte de ella para mejorar el tenor de vida de los proletarios. Eso ya se habia podido constatar en el primer periodo del presidente Pérez! Pero estas mejoras son siempre pasajeras, precarias, destinadas sobre todo a privilegiar a ciertas capas del proletariado y de la pequeña burguesía; sirven esencialmente y sobre todo para amortiguar las tensiones sociales, y se otorgan a cambio de que sus benificiarios difundan las ilusiones reformistas, legalistas, pacifistas entre los trabajadores. Sin embargo el antagonismo entre proletarios y burgueses es irreductible, no desaparece nunca; y, a partir del momento en que la situación del capitalismo, en uno o varios paises, se deteriora, los capitalistas, con la ayuda de su Estado burgués, para resguardar sus ganancias, se ven obligados a redoblar los ataques contra los proletarios, y entonces las mejoras sociales, las “misiones”, etc. logradas en el anterior periodo vuelan por los aires. ¡Lo que los reformistas de extrema-izquierda llaman “ultra-liberalismo”, no es más que la política burguesa en tiempos de crisis.

Es, pues, una paradoja que estos reformistas que dicen poner al ser humano “en el centro de sus preocupaciones políticas”, con sus erráticas políticas, con sus “audaces” experimentos, en la práctica solo llevan a la ruina económica, a la disminución sensible del salario de base, y a la miseria generalizada como es lo que, salvando las distancias y las circunstancias, se vive tanto en Grecia como en Venezuela, sumiendo al propio capitalismo en una situación poco rentable. Lo peor es que paralizan e imposibilitan, con su demagogia e hipocresía, el empuje masivo e independiente de las masas proletarias, al contrario las reprimen duramente! Además, tenemos que Morales, Lula, Roussef, Chávez, Maduro, Tsipras, Iglesias y el gran charlatán Fidel Castro, no son sino demagogos que pregonan el socialismo los fines de semana, y oprimen y explotan a los trabajadores el resto de la semana! Para el proletariado es cada vez más inaceptable y obsceno seguir detrás de los dirigentes reformistas actuales o futuros; para avanzar es preciso romper radicalmente con estos payasos que siempre brincan a la palestra como moscas orientadas por el estiércol, a querer “salvarlos”, en los momentos históricos de grandes sobresaltos sociales y políticos.

En lugar de llorar contra estos ataques y de soñar con una vuelta a los años felices de capitalismo próspero, hay que decir la verdad a los trabajadores: no hay marcha atrás posible; el capitalismo mundial no podrá más nunca tener la posibilidad de volver a largos periodos de bonanza y de expansión económica en que al menos los proletarios puedan vivir un poquito mejor.

 

En las alternativas presentadas en el circo electoral no hay la más mínima posibilidad de solución para los proletarios

 

El terreno electoral es un terreno minado de engaños. No es por medio del cartón electoral que se puede resistir a los ataques de los capitalistas, y de oponerse a los intereses dominantes. Innumerables ejemplos demuestran que los burgueses y sus cómplices no vacilan en violar los resultados electorales (como lo hizo Tsipras en Grecia) y si es preciso, derrocar por la fuerza a cualquier gobierno elegido democráticamente, si les molesta, o si pone en peligro sus intereses y los del capitalismo nacional.

El único terreno sobre el cual es posible resistir a los capitalistas es el de la lucha abierta, ¡la lucha de clase! Con su trabajo los proletarios crean todas las riquezas de la sociedad, y es por ello que tienen una fuerza revolucionaria potencial inmensa.

Pero para que esta fuerza pueda concretarse, los proletarios tienen que organizarse sobre bases de clase, uniéndose por encima de todos los límites de empresa, corporación, profesión, sexo, raza, religión o nacionalidad. Primero, para emprender la lucha cotidiana de defensa, y después para llegar a la terrible hora de decidir entre democracia reformista y revolución proletaria, antes de poder lanzarse a la lucha revolucionaria para abatir el poder burgués e instaurar su poder dictatorial de clase, instrumento indispensable para extirpar al capitalismo.

El futuro pertenece a la lucha de clase; en ella los proletarios, – los dejados por su cuenta – no tienen nada que perder, salvo las  cadenas que los atan al orden actual. Tienen, sí, todo ¡un mundo que ganar!

 

¡Contra la defensa de la economía nacional, por la defensa exclusiva de los intereses de la clase proletaria!

¡No al circo electoral, sí a la lucha de clase!

¡Por la lucha y la organización de clase!

¡Por la revolución comunista internacional!

 

Diciembre de 2015

 


 

(1) Se calcula en unos 30 mil los colombianos “indocumentados” deportados de Venezuela hacia Colombia, manu militari! Cifra que hace palidecer las que aportan los inmigrantes del Mediterráneo...

(2) En el mes de septiembre, un avión militar venezolano, secundando una avioneta de presuntos narcotraficantes, muy cerca de la frontera, cayó a tierra matando a su tripulación.

Hasta ahora no se sabe todavía las causas del accidente, pero el conductor del conocidísimo programa de televisión “Dossier” decía al día siguiente: “cuidado si no fue un misil aire-aire” (¡sic!), aportando agua al molino del militarismo... Y, como de costumbre, hasta ahora el gobierno no ha dicho nada sobre las causas del accidente.

(3) La actual Asamblea Nacional, elegida por cinco años, desde el 5 de enero de 2O11, funciona con 99 diputados chavistas, 52 (!) de la Mesa de la Unidad, y un grupo independiente salido de las filas de ambos (PPT – Patria para Todos) con 2 diputados, en total 66 diputados opositores.

(4) Barack Obama, colocó su firma en una orden ejecutiva que declara a su país en “emergencia nacional”, al considerar que Venezuela constituye “una inusual y extraordinaria amenaza a la Seguridad Nacional y a la política exterior de los Estados Unidos”.

Otro de los argumentos esgrimidos en la orden de Obama es “la erosión de las garantías de los Derechos Humanos por parte del gobierno de Venezuela, la persecución a políticos de oposición, las restricciones a la libertad de prensa, el uso de violencia y violación de los derechos humanos y el abuso como respuesta a protestas antigubernamentales, con arrestos arbitrarios y detención de manifestantes contrarios al gobierno, así como la exacerbada presencia de corrupción”.

(5) cf “Venezuela no está blindadacontra la crisis mundial, mucho menos contra la lucha de clase” http://pcint.org/40_pdf/05_supp-elpc-pdf/Suppl_9_Num-48-w.pdf

 

 

Partido comunista internacional

www.pcint.org

 

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