¡Maduro es el culpable de la escasez!...

( Suplemento Venezuela  N° 20 de «El programa comunista» N° 51 ; Diciembre de 2015 )

 

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En las largas colas para comprar alimentos, en las calles de Venezuela, se oyen comentarios de ese tipo, o de que “Maduro no quiere enfrentar a Fedecámaras”. Pero el problema no es el “personaje Maduro”: los reformistas y en particular los chavistas, pueden hablar lo que quieran de revolución, pero en realidad no quieren destruir el capitalismo, solamente reformarlo, “mejorarlo”.

No nos cansamos de repetir que todo el renombre y el auge de Chávez y sus partidarios se debe sobre todo a los altos precios del petróleo, demostrado por las dificultades e impopularidad actuales de la Administración Maduro.. El descenso de las ganancias que deja el petróleo al país incide en el diámetro de la torta a repartir, pero sobre todo que no haya merma en la partida de la renta petrolera que corresponde a los burgueses que en Venezuela son una clase compradora. Una muestra lo da el multimillonario Mendoza, 446 en la lista Forbes de las primeras mil fortunas del mundo. Su principal ganancia la ha obtenido con el casi monopolio de las importaciones de productos domésticos básicos. Pero otra circunstancia que contribuye a la merma de ingresos, y a la real dificultad de que estos se consagren a las primeras necesidades de la población, es el presupuesto aprobado por la legislación en las dádivas a los militares – además de armamento – y a los diputados miembros de la Asamblea Nacional (el personal que labora en la Asamblea ha firmado un contrato pírrico en relación al de los diputados).

 

El Estado chavista = Ejército + Pretróleo

 

En Venezuela el Estado no ha cambiado de manos, sigue estando en manos de los burgueses, y por esta razón debe acordar una permanente atención a sus sirvientes más presentes en la puesta en marcha, por ejemplo, de una ley que golpee, como ahora, el poder adquisitivo de las grandes masas: la Asamblea Nacional (Diputados legisladores) y el Ejecutivo (aparato represivo, judicial, militar).

Precisamente un lector nos informa que a los militares de rango les han aumentado el sueldo en más 40%, mientras que al personal de base, los soldados, solo han recibido un 15%, un poco más elevado que el salario mínimo. Oficiales, mayores, tenientes, etc, son los verdaderos beneficiados. Igual sucede con el poder legislativo: los diputados de todas las tendencias, chavistas o escuálidos, se acaban de auto-recompensar con un aumento de sueldos muy por encima de lo que gana un proletario, además de expresar los numerosos vasos comunicantes que existen entre chavismo y oposición. Mientras que lo que el gobierno anuncie en los medias no vulnere intereses y niveles en la pirámide social capitalista, ¡se puede hablar de todo y su contrario!

Los chavistas no están en contra de los capitalistas, al contrario. Ahora, si no se quiere atacar directamente al capitalismo para destruirlo, es decir, golpear los beneficios de las empresas capitalistas, las bases del capitalismo, su estructura social y económica, su superestructura (Estado, sus leyes y ejército), los chavistas estarán siempre obligados a someterse a las leyes del capitalismo, que en definitiva se resumen a la carrera por ganar más, sustraer beneficios del sudor de los trabajadores, no importa si pronuncian discursos criticando a los “especuladores”, los “bachaqueros”, la ocultación de los productos, etc. ¡Un capitalismo sin especulación ni contrabando no existe, ni existirá jamás!

Venezuela posee las más grandes reservas de petróleo del mundo, pero los proletarios viven en la miseria porque las ganancias de los burgueses son producto de su explotación, y de la miseria que los obliga a dejarse explotar; y si los productos básicos escasean es porque el dinero del petróleo no está consagrado a la importación de mercancías para las masas, sino a pagar los préstamos de los capitalistas extranjeros, chinos, rusos, americanos o europeos, y a engordar las sus altos niveles de ganancias – ¡y los reformistas no pueden hacer nada contra esto!

Los reformistas de toda laya, aparte de confundir y ocultar la realidad por la que pasan los proletarios en el capitalismo, con su demagogia no hacen más que arrastrar a las masas en general a un callejón sin salida; la paz como antesala a la masacre!.

Esta es una de las tendencias que caracterizan el periodo actual: el PSUV, Syriza, el Frente de Izquierda francés, la «primavera» árabe y tantos otros movimientos son el pan de cada día que soportan los proletarios en buena parte del planeta.

Detrás del azote capitalista de hambre miseria y represión, está el azote de estos grupos de politiqueros reformistas que obstaculizan el camino de la lucha independiente de clase obrera y proletaria.

 

 

Partido comunista internacional

www.pcint.org

 

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