Back

Prises de position - Prese di posizione - Toma de posición - Statements                        


 

¡En el referéndum sobre Europa, los proletarios británicos no tienen nada qué elegir!

 

 

La campaña electoral por el referéndum sobre la salida o no de Gran Bretaña de la Unión Europea, que había comenzado bajo una cierta indiferencia, sobre todo entre los proletarios y las capas laboriosas de la población, en estas últimas semanas ha tomado un giro mucho más candente – y trágico: una diputada laborista que hacía campaña por la permanencia fue asesinada por un militante de extrema derecha. Los partidarios del «Brexit» (acrónimo por «salida británica de la UE») que apoyan el argumento de la defensa de la soberanía británica, resaltan la «amenaza» que representaría el flujo de trabajadores inmigrantes europeos y extra-europeos en el país, avivando los sentimientos nacionalistas y chovinos; por su parte, los partidarios de permanecer se esfuerzan en dramatizar los riesgos de crisis económica que significaría la salida de la UE.

Las recientes encuestas de opinión que dan como ganador al Brexit, han provocado no solo la depreciación de la moneda británica, sino también una caída de las bolsas, y no solo europeas, inquietas por las consecuencias que pueda tener un acontecimiento de tal envergadura sobre una economía mundial ya en plena desaceleración. Gran Bretaña es, en efecto, una de las principales economías europeas, por tanto, las inevitables perturbaciones económicas que engendraría su salida de la UE deben tomarse muy en cuenta, por lo menos a corto plazo. Es por ello que las organizaciones internacionales como el FMI y la OCDE han alertado contra esta eventualidad, haciéndose eco de los discursos alarmistas del primer ministro Cameron o del Banco de Inglaterra (el Banco Central del Reino Unido).

Sabiendo que el grueso del comercio británico se dirige hacia la Unión Europea (1), se entiende por qué los sectores capitalistas más importantes del país, tal como las grandes empresas o la City londinense –verdadero centro financiero de Europa – prefieran permanecer en la Unión Europea; 80% de los miembros de la Confederation of British Industry, órgano que reune las principales empresas, son de esta opinión. Luego de su visita oficial en Gran Bretaña en abril, el presidente Obama exhortaba a los británicos a quedarse en la UE,  expresando de esa manera la preocupación que tienen las numerosas firmas norteamericanas implantadas en el país en poder tener un acceso más cómodo al mercado europeo (un mercado de más de 500 millones de habitantes), disfrutando de un ambiente lingüístico, legal y social semejante a los del país de donde provienen; estas empresas sufrirían inevitablemente la desaparición del libre acceso a este mercado.

Sin embargo, hay fuerzas políticas burguesas importantes (¡incluyendo a varios ministros del gobierno actual!) que se han declarado en favor del Brexit. Ello responde a que ciertos sectores capitalistas están interesados en que esto se produzca; como es el caso de las pequeñas y medianas empresas que trabajan para el mercado local (o el de la Commonwealth (2), que es lo que queda del antiguo imperio colonial), y que ven en las reglamentaciones europeas un obstáculo para sus negocios. Cerca de la mitad de los patronos de estas pequeñas y medianas empresas se declaran partidarios del Brexit.

Una señal de esta divergencia que ha surgido entre los burgueses británicos la podemos encontrar en el hecho de que la Cámara de Comercio anglosajona haya declarado su neutralidad sobre la cuestión (3). En el ámbito de los partidarios de la salida de la UE, algunos estiman que el porvenir del capitalismo británico está más ligado a los mercados extra-europeos, asiáticos u otros, en vista de que la proporción de los intercambios comerciales realizados con la Unión Europea han disminuido en estos últimos años; mientras que otros piensan que liberarse de las obligaciones del «mercado único» europeo permitiría aumentar la competitividad de las mercancía made in Great Britain con respecto a los europeos...

 

Brexit or not Brexit: falso dilema para los proletarios británicos

 

No fue sino por razones de política interna que el primer ministro Cameron decidió organizar el referéndum; pero también utilizó la amenaza de llamar al voto por el Brexit, con el fin de obtener concesiones de parte de sus socios europeos (lo que hace poco creíble sus afirmaciones sobre las consecuencias catastróficas del Brexit). Y fue así como obtuvo satisfacción, sobre todo en lo que respecta a la posibilidad de otorgar a los trabajadores venidos de Europa continental las ayudas sociales, no antes de cierto número de años, es decir, hacer de esta parte de los proletarios que viven en el país una mano de obra barata, super-explotable para el capitalismo británico. En realidad, las ayudas sociales no son sino lo que se llama «salario indirecto», en otras palabras, la parte del salario que no se le paga a los trabajadores; pero, bajar esta parte significa rebajar el salario real pagado por los capitalistas a sus empleados. Después de haber acordado esto a los burgueses británicos — ¡sin muchas dificultades! — , los dirigentes europeos ratificaron por que se mantenga... el status especial que goza Gran Bretaña en el seno de la UE. Este trato especial, que fue obtenido por los gobiernos precedentes de ese país, se traduce en que Gran Bretaña no forma parte de la zona euro, ni del «espacio Shengen» (el cual permite la libre circulación de las personas), además de beneficiarse de las exenciones a las reglas europeas en ciertos sectores cruciales para ella, por ejemplo, la finanza. Laboristas o conservadores, la serie de gobiernos a la cabeza del Estado han sabido defender eficazmente los intereses particulares del capitalismo británico frente a sus proletarios, como delante de sus socios-competidores europeos! Lo mismo ocurrirá dentro de poco, no importa el resultado del referéndum...

La conclusión es evidente: los partidarios del Brexit, así como los partidarios de la salida de la UE, no se pelean más que por la fórmula que cada  bando agita para defender los intereses burgueses. Los proletarios de Gran Bretaña no tienen por qué apoyar a unos o a otros, todos son igualmente adversarios de clase. Contra los defensores de la soberanía británica, supuestamente amenazada por la Unión Europea, como contra los partidarios de permanecer en esta alianza de Estados burgueses para preservar al capitalismo nacional, el único campo por el que deben tomar partido es por el de la independencia de clase y por la unión internacional de los proletarios.

Pero esto no es lo que dicen a los proletarios los grupos llamados «revolucionarios» existentes en el país; por el contrario, ¡llaman prácticamente a movilizarse en favor de uno u otro campo burgués!

Los grupos más integrados al furgón de cola del Labour Party hacen campaña junto a este y los aparatos sindicales por un voto en favor de quedarse en la UE; como es el caso de los trotskistas de «Socialist Action» y de «Socialist Resistance», justificando esto en nombre de la lucha contra el racismo. ¡Si señor! Votar por la Fortaleza Europa, responsable de la muerte de miles de proletarios inmigrantes que buscaban atravesar el Mediterráneo, sería votar contra el racismo! ¡Cómo no!

Sin embargo la mayor parte de los grupos y partidos de «extrema» izquierda llaman a votar por el Brexit, bien sea de manera abierta en nombre de la soberanía del país, como los «marxistas-leninistas» del Communist Party of Britain Marxist-Leninist, o bien sea porque afirman que la UE es la principal fuerza que amenaza a los proletarios y que el Brexit debilitaría al Partido Conservador, tal como pretenden el Socialist Workers Party (principal partido de extrema-izquierda), el Socialist Party o los espartaquistas de la International Communist League.

Para estos contorsionistas de uno u otro campo, participar en el referéndum y apoyar a las fuerzas burguesas, sería una hábil maniobra a favor de los proletarios! Lo cierto es que demuestran que se encuentran fuera de la causa proletaria; en realidad apoyar un campo burgués y llamar a participar de la mistificación electoral significa oponerse a las posiciones de clase, lo cual es indispensable par la lucha proletaria. Su posición con respecto a esta cuestión del referéndum europeo es la demostración de la naturaleza anti-proletaria de estos grupos que se dicen socialistas o comunistas.

En Gran Bretaña existen también aquellos grupos que llaman al «boicot» del referéndum, como el «Communist Party of Great Britain» (uno de los desechos ultra-reformistas del antiguo Partido Comunista) o el  grupo trotskista, «Socialist Equality Party» (miembro de un «Comité Internacional de la IV Internacional», que se conoce más por su sitio Internet (wsws.org). Sin embargo, esto no basta para definir una posición auténticamente de clase. En efecto, ellos llaman a oponerse al nacionalismo británico, pero por ningún lado aparecen llamando a oponerse al Estado británico! Además de su oposición a la UE y al nacionalismo británico, el SEP llama a la Unidad de los trabajadores británicos y europeos, y por los Estados Unidos de Europa, mientras que el CPGB hace votos por una «Europa unida (...) no importa si esto se logra bajo el capitalismo»!

Ahora bien, una parte importante de los proletarios presentes en Europa y en Gran Bretaña son de origen extra-europeo; los proletarios africanos, árabes, turcos, pakistaníes, indios, etc., representan una fracción significativa de la clase obrera de Europa y constituyen un lazo viviente que la vincula a los proletarios de estos países. En efecto, el proletariado de Europa es en parte extra-europeo y toda orientación política que tome por cuadro las fronteras burguesas de Europa significa, de hecho, rechazar una parte del proletariado y restringir su carácter internacional.

El primer enemigo de los proletarios de Gran Bretaña, cualquiera sea su raza o nacionalidad, es «su» propia burguesía, con una tradición de explotación y saqueo imperialistas bien establecida, y con un Estado cuya solidez histórica no tiene parangón ni en Europa, ni en el mundo.

Los únicos aliados con los cuales podrán contar en la lucha contra este enemigo bien tenaz y experimentado, son precisamente los proletarios de otros paises europeos y no europeos que en todas partes son presentados como una amenaza.

Rechazar la propaganda burguesa, liberarse de la ilusión de una democracia burguesa benefactora, rechazar todas las falsas alternativas que les ofrecen los capitalistas con la inestimable ayuda de los lameculos de izquierda o de extrema-izquierda, es una necesidad elemental para la reconquista de la  independencia de clase, cuyo ejemplo los proletarios de ese país han sido los primeros en dar, antes de ser subyugados por la potencia de su capitalismo lanzado a la conquista del mercado mundial. Tomando esta vía, los proletarios de Gran Bretaña deberán también aplicarse de nuevo en el combate, otrora comenzado por sus gloriosos predecesores, por la constitución del partido y de las organizaciones de clase ferozmente anti-burguesas, volviendo a revivir la vieja y siempre actual consigna: ¡Proletarios de todos los países, uníos!


 

(1) Según las estadística aduaneras oficiales y según la época del año, su proporción oscila entre 38 y 40% para las exportaciones, y entre 47 y 55% para las importaciones.

(2) La Mancomunidad de Naciones, mejor conocida como la Commonwealth está conformada por una cincuentena de países, entre ellos el Reino Unido, Canadá, África del Sur, la India, Pakistán , Australia y Nueva Zelandia, más un puñado de pequeños países e islas situadas en los cinco continentes.

(3) Esto sucedió después que su presidente, que por esta razón presentó su renuncia, se declaró a favor del Brexit durante un discurso que tuvo lugar en la misma reunión a la que Cameron fue invitado para defender la posición de quedarse en la UE!

 

 

Partido Comunista Internacional (El Proletario)

18 de junio de 2016

www.pcint.org

 

Top

Volver sumarios

Volver archivos