Italia. Alternancia escuela-trabajo. Giuliano de Seta, un estudiante de 18 años, hace prácticas en una empresa durante 12 días: le cae una barra de metal y muere. ¿Una fatalidad? ¡No, un asesinato!

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Alternancia escuela-trabajo. Giuliano de Seta, un estudiante de 18 años, hace prácticas en una empresa durante 12 días: le cae una barra de metal y muere.

El viernes 16 de septiembre, a las 9.57 horas, en Arcore, cerca de Milán, un obrero de 57 años se electrocutó en el andamio de una obra mientras trabajaba en la fachada de un edificio. El viernes 16 de septiembre, a las 17 horas, en Noventa di Piave, cerca de San Donà, un estudiante de 18 años, en prácticas en una empresa metalúrgica, fue golpeado por una barra que caía de un caballete y murió poco después. Para los empresarios, la muerte de un trabajador, con o sin experiencia, es... una desgracia que puede ocurrir; una vez que se hayan desentrañado las operaciones de rescate y las burocráticas inherentes a las investigaciones, que deberán establecer... los culpables, el trabajo debe reanudarse porque... ¡el tiempo es oro!

Hasta el 5 de septiembre de este año, se han producido oficialmente 534 muertes en el trabajo y 218 de camino al trabajo (datos de reteinside.org). Nadie lo impide, ni los capitalistas, ni las autoridades políticas, ni el poder judicial, ni los sindicatos y partidos que se jactan de "defender" los intereses de los trabajadores mientras en realidad hacen los intereses de las corporaciones. Sólo puede ser detenida por la lucha proletaria a condición de que se organice con los métodos y medios de la lucha de clases, es decir, con métodos y medios que tengan en cuenta exclusivamente los intereses inmediatos de los trabajadores y que impliquen a trabajadores de todas las edades, de todos los sexos y de todas las nacionalidades, porque un accidente mortal -dadas las inexistentes medidas de seguridad en la mayoría de las empresas- puede ocurrirle a cualquier trabajador.

La alternancia escuela-trabajo se convierte cada vez más en una alternancia escuela-trabajo para los jóvenes estudiantes que tienen que hacer estas prácticas en trabajos cada vez más arriesgados para todos los proletarios en general, pero aún más para los que no tienen experiencia de las condiciones del entorno laboral y a menudo se quedan solos sin el apoyo de trabajadores más experimentados.

El viernes 16 de septiembre, alrededor de las 17 horas, en una empresa especializada en el doblado de metales (Bc Service) en Noventa di Piave (Venecia), Giuliano de Seta, un estudiante de 18 años, estaba luchando con una pieza de maquinaria cuando una barra de metal se cayó del caballete, destrozándole las piernas. Fue rescatado por unos trabajadores de la fábrica y luego por los médicos del Suem, pero murió poco después en el hospital porque las graves heridas no le dejaron ninguna posibilidad. Según los carabinieri y los técnicos de Spisal además de establecer la causa del accidente, se deberá explicar por qué el joven estaba solo cerca de esa maquinaria (1).

Giuliano vivía en Ceggia (Venecia), cursaba el quinto grado en el instituto técnico "Da Vinci" de Portogruaro y había comenzado sus prácticas según el proyecto de alternancia escuela-trabajo para obtener los créditos necesarios para su tesis de licenciatura en Electrónica e Ingeniería Eléctrica. Las prácticas habían comenzado el 5 de septiembre y debían terminar el próximo sábado.

El accidente que mató a Giuliano se produjo unos meses después del que sufrió el 21 de enero el joven Lorenzo Parelli, que fue aplastado por una viga mientras realizaba trabajos de carpintería metálica en la empresa mecánica Burimec, en la zona industrial de Lauzacco, en la provincia de Udine. Además, el 14 de febrero, Giuseppe Lenoci, de 16 años, que también realizaba prácticas en una empresa termohidráulica de Fermo, en la región de Las Marcas, murió mientras estaba a bordo de una furgoneta de la empresa. Más larga aún es la lista de jóvenes heridos en estas prácticas obligatorias, algunos de los cuales sufrieron graves lesiones (2).

"La alternancia entre la escuela y el trabajo no es más que un trabajo no remunerado y desregulado que puede durar hasta dos meses. Una explotación que engorda a las empresas de producción y servicios..., en estas prácticas la seguridad es un extra opcional y son principalmente los estudiantes, que tienen menos experiencia que los trabajadores, los que pagan el precio. Con la excusa de aprender un oficio, los jóvenes no sólo son explotados, sino que se les enseña que así es como debe ser: trabajar es una fortuna para unos pocos privilegiados y deben aceptar lo que se les ofrece sin cuestionar sus derechos salariales y contractuales", así lo comentó Sergio Zulian, secretario de la Adl Cobas (3).

Las condiciones de trabajo de los proletarios son cada vez más mortíferas debido a los riesgos que corren en el lugar de trabajo, en primer lugar por el recorte de gastos que hace la patronal en los sistemas de seguridad que deben prevenir los accidentes y las enfermedades profesionales, por el chantaje individual cada vez más fuerte debido a un salario cada vez más precario y miserable, y por el colaboracionismo de los sindicatos tricolores que no interviene organizando a los proletarios en la lucha contra la patronal, privilegiando así de facto el beneficio del capital en lugar de la vida de los trabajadores.

La patronal piensa en recuperar los beneficios perdidos durante la desaceleración económica debida a la pandemia y en hacer frente a la crisis de sobreproducción que aumenta la competencia en los mercados en la piel del proletariado si éste no reacciona uniéndose y haciendo huelga, bloqueando la producción, es decir, cobrando un precio muy alto por cada uno de sus compañeros caídos en el trabajo.

Estos jóvenes proletarios que entran por primera vez en la fábrica deben ser seguidos e instruidos por los proletarios más experimentados para defenderse sobre todo de la presión de los jefes, para poner en primer lugar su vida, su salud, sus necesidades. Para la patronal son carne de cañón que hay que explotar a coste cero; en general, al capital no le interesa la vida de un solo proletario, porque sabe que hay millones de parados que pueden aceptar, tomados individualmente, las mismas o peores condiciones.

Por eso los proletarios deben decir basta y reaccionar uniéndose y luchando con determinación, de forma independiente y autónoma del colaboracionismo sindical y político para hacer saltar por los aires este mecanismo que los está triturando como si fueran productos de desecho y no seres humanos.

(1) https://www.ilrestodelcarlino.it/venezia/incidente-lavoro-stagista-1.8087021