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Chequia : Sea quien sea el que gane el 3–4 de octubre de 2025, los vencedores serán la burguesía y el capital. El proletariado cargará con el peso.

¡Contra la farsa electoral, por el retorno a la lucha de clases!

 

 

La democracia burguesa no es un terreno neutral, sino una forma de gobierno del capital. Los lacayos procedentes de las filas de los expertos y de los pequeños comerciantes no hacen más que secundar. Echar papeletas en la urna no es un medio para defender los intereses de los trabajadores, sino un mecanismo para mantenerlos en la pasividad, atarlos a la política de colaboración entre clases, a las ilusiones de la política personalista y electoral, y desviarlos de la necesidad de su propia reorganización y preparación para la lucha de clases.

Dos bloques electorales —SPOLU con la ODS a la cabeza, STAN, Piratas por un lado, y los “soberanistas” con ANO a la cabeza, junto con SPD, Motoristas y otros por el otro— se diferencian solo en el estilo y la retórica, no en el contenido político. El resultado será el mismo: la crisis la pagarán los trabajadores y la burguesía seguirá embolsándose las ganancias.

La derecha (ODS, democristianos, etc.) es responsable de todos los ataques más duros contra los salarios, las pensiones y los sindicatos, así como de la política pro-sionista y pro-israelí que apoya el exterminio del pueblo palestino. Klaus 1994: los sindicatos perdieron el derecho a interrumpir el trabajo por motivos de seguridad y salud laboral; Topolánek 2008: aumento de los años mínimos de cotización para la jubilación de 25 a 35; Nečas 2011–12: aumento de la edad de jubilación por encima de los 65 años, segundo pilar (ahorro privado de pensiones), reformas antisindicales; Fiala 2024–25: vuelta al aumento de la edad de jubilación hasta los 67 años, “flexi-novela”. La izquierda (socialdemócratas) nunca logró rechazar decisivamente estos ataques: Paroubek 2006 no modificó la reforma de Klaus de 1994 (¡tras tres gobiernos de izquierdas anteriores!); Sobotka 2017 abolió el segundo pilar, pero detuvo el crecimiento de la edad de jubilación solo en vísperas de las elecciones (cuando ANO defendía un modelo flexible según la esperanza de vida). Ningún gobierno de izquierdas desde 1991 —y fueron cinco, más uno en coalición con ANO— eliminó las restricciones al derecho de huelga: limitación solo a los conflictos por la firma de convenios colectivos, prohibición en los conflictos por el cumplimiento de convenios ya firmados o por salarios fijados por ley, obligación de aviso previo y de garantizar el funcionamiento con respecto a la “vida o la salud”.

ANO y los “soberanistas” prometen una “alternativa”, pero mantendrán el marco establecido y añadirán una agenda divisoria: ataques contra migrantes, minorías, mujeres y la protección del medio ambiente. Tras la caída de la corrupta socialdemocracia (ČSSD), al sistema le bastan dos bloques para embaucar al proletariado.

Todo el marco del “plebiscito” electoral —“democracia y orientación prooccidental” frente a “autoritarismo y orientación prorrusa”— es falso. No es otra cosa que la pugna de dos fracciones de la burguesía por el control del mismo Estado. Los medios exageran cuando hablan de un “choque de civilizaciones”, con el fin de encubrir la realidad de la precarización del empleo, el aumento de los precios, el deterioro de los servicios sanitarios y sociales y la verdadera caída del nivel de vida.

El Estado mantiene la paz social de dos maneras: por un lado mediante subvenciones y prestaciones sociales que amortiguan el descontento de las masas trabajadoras; por otro, a través de sinecuras con las que se ata al aparato sindical y a los dirigentes reformistas, para que actúen como fieles agentes de la burguesía en el seno de la clase obrera.

La democracia lo absorbe todo, incluso a los antiguos “extremistas”. En ella hay lugar para todo, excepto para la lucha de clases independiente. La política burguesa se basa en la división del proletariado: ataques contra inmigrantes, minorías, mujeres, y la militarización de las calles por la supuesta delincuencia.

El Estado burgués, en el papel de “policía bueno”, quiere una integración positiva, la colaboración entre clases, una forma democrática de participación; en el papel de “policía malo” prefiere el puño de hierro, los ataques contra los proletarios extranjeros, contra las mujeres que se rebelan contra el trabajo peor remunerado y contra la “doble jornada” en casa, donde preparan gratuitamente a la nueva generación de mano de obra para su explotación, contra las minorías, sembrando división… En ambos casos se trabaja para desviar la rabia proletaria de los verdaderos culpables: el capital y su Estado.

En las elecciones del 3 y 4 de octubre de 2025, el proletariado no tiene nada que ganar. No se trata del “mal menor”, se trata de elegir al director de la misma cárcel. Pero no se trata solo de la inexistencia “formal” de alternativas: las elecciones democráticas son una farsa embotadora.

La abstención electoral de clase, anticapitalista y, en última instancia, revolucionaria no es pasividad, sino un rechazo político activo del circo electoral, acompañado de un trabajo político para reavivar la lucha de clases: trabajo de reconstrucción de la organización obrera clasista, de utilización de los medios organizativos y materiales de la huelga como herramienta fundamental de la lucha obrera, de ampliación de las actividades en los lugares de trabajo y en las calles, tanto contra los representantes de la política de colaboración de clases dentro de la propia clase trabajadora, como contra la represión.

Ese trabajo sería completamente vano sin una orientación clara anticapitalista y de clase, y sin la preparación de un partido comunista de clase, en contacto con la clase obrera y con su lucha cotidiana contra el capitalismo y la opresión burguesa.

Esta orientación excluye lógicamente cualquier frente con la burguesía, sea democrático, “de izquierda” o “antiimperialista”.

 

¡Contra la farsa electoral! ¡Por la reanudación de la lucha de clases!

¡Dos bloques electorales, un solo patrón: el capital!

¡Por la unidad del proletariado por encima de las divisiones sectoriales, nacionales y raciales!

 

17 de septiembre de 2025

 

 

Partido Comunista Internacional

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